DESEJO QUE TODOS OS AMIGOS E AMIGAS QUE CHORAM COM A MÃE TERRA LÁGRIMAS DE BARRO E SANGUE POR CAUSA DO CRIME DA VALE EM BRUMADINHO PASSEM ADIANTE PARA O MAIOR NÚMERO POSSÍVEL A MENSAGEM QUE SEGUE.
Lloramos con la Madre
Tierra lágrimas de barro y sangre
¡No a la impunidad!
La Red Iglesias
y Minería llora junto a las víctimas del crimen socioambiental de
Brumadinho, Minas Gerais (Brasil)
Estamos escribiendo hoy
desde esta comunidad violada, que conocemos bien y que hoy volvemos a visitar,
después de haber celebrado con ella varias veces en el caminar, la vida y la
resistencia frente a la expansión de la minería.
Escribimos también desde
las muchas comunidades latinoamericanas afectadas por la violencia arrogante
del extractivismo, abrazadas hoy silenciosamente a la pequeña Brumadinho, en
lágrimas.
Estamos solidarios con las
familias de las víctimas y las comunidades de fe, que tendrán el duro desafío
de reconstruir la esperanza. Nos unimos también a la Arquidiócesis de Belo
Horizonte, que con las palabras del Evangelio definió la tragedia como
“abominación de la desolación”, refiriéndose a los “absurdos nacidos de las
ganancias y el desprecio al otro, a la verdad y al bien de todos”.
Seguimos acompañando y
asesorando a las iglesias comprometidas en los territorios heridos por la
minería y en todos los conflictos abiertos
entre empresas extractivas y comunidades (Solo en Brasil hay más de
70 Diócesis donde fueron mapeados estos conflictos).
La impunidad consolida el crimen
La empresa VALE S.A., junto
a la BHP Billiton, es la responsable de 19 muertes y de la contaminación de
toda la cuenca del Río Doce, el 05 de noviembre del 2015. La repetición del
mismo daño, tres años después, con un rastro de muertes mucho más graves, es la
confirmación de la incapacidad de gestión y prevención de daños, desinterés y
conducta criminal.
Esta responsabilidad
involucra también al Estado, que otorga licencias a los proyectos extractivos y
debería monitorearlos para garantizar la seguridad y la vida digna de las
comunidades y del medio ambiente.
La responsabilidad del
Estado es doble, porque la impunidad y la falta de reparaciones completas y
suficientes para las víctimas del crimen de Marina fue una de las condiciones
principales que permitieron el nuevo crimen de Brumadinho.
Puertas giratorias
Abrazados, el capital de
las empresas mineras y el poder político, facilitan la instalación o ampliación
de los grandes proyectos extractivos, minimizando las condiciones y las reglas
de licenciamiento de los mismos. La propia “Córrego do Feijão”, cuyo depósito
de desechos tóxicos se rompió, obtuvo en diciembre del 2018 una licencia
ambiental para la expansión del 88% de sus actividades. En el Consejo de
Políticas Ambientales del Estado de Minas. Solamente el Foro Nacional de la
Sociedad Civil en la Gestión de Cuencas Hidrográficas (FONASC) votó en
contra de la expansión, denunciando mecanismos “insanos” para
reducir las exigencias en el licenciamiento de los grandes emprendimientos
mineros.
No se pueden llamar
“accidentes ambientales” a los desastres provocados por conductas
irresponsables de las empresas aliadas al poder público.
Sociedad civil organizada pero no escuchada
Desde 2011 la población de
Brumadinho y de la región, se manifiestan de forma organizada contra la mina,
sus impactos y amenazas. El FONASC, en diciembre del 2018, escribió una
comunicación oficial al Secretario Estatal del Medio Ambiente, pidiendo la
suspensión del licenciamiento de la mina “Córrego do Feijão”. La articulación
Internacional de los Afectados y Afectadas por la Vale denunció en la Asamblea
General de los Accionistas de la Vale, en abril del 2018, “los peligros del
reiterado proceso de reducción de gastos y costos en sus operaciones”, haciendo
mención explícita a los diversos depósitos de desechos.
Los responsables de estos
crímenes no pueden alegar justificaciones de desconocimiento. Al contrario, en
nombre del progreso y del lucro de pocos, hay una descalificación sistemática
de las voces diferentes.
Con energía, hacemos
resonar las palabras del Papa Francisco en la Encíclica Laudato Si’: “en el
debate, deben tener un lugar privilegiado los moradores locales, aquellos
mismos que se interrogan sobre que es lo que desean para si y para sus hijos y
pueden tener en consideración las finalidades que trascienden el interés
económico inmediato” (LS 183).
Flexibilizar hasta quebrar
El recién elegido
Presidente de Brasil, atendiendo a las presiones de quien financió su campaña,
manifestó el plan de flexibilizar al máximo el control y licenciamiento
ambiental. Criticó la supuesta “industria de la multa ambiental”; su Gobierno
despojó de atribuciones a la cartera del Medio Ambiente, suspendió contratos
con ONGs empeñadas en defender el medio ambiente, extinguió secretarías que
trabajaban para políticas públicas contra el calentamiento global.
También los gobiernos
anteriores facilitaron la expansión sin control de la minería en el país,
promoviendo el Plan Nacional de Minería y reformulando, por decreto, el Marco
Legal de la Minería.
Los acontecimientos
recientes demuestran, violentamente, que estas políticas son un suicidio
colectivo y una amenaza a la vida de las futuras generaciones.
Este modelo de crecimiento
es insustentable y letal; no se puede chantajear a quien necesita empleo para
sobrevivir en regiones controladas por la minería, sin garantizar al mismo
tiempo seguridad, salud y bienestar social. Los problemas no se resuelven
“apenas con el crecimiento de los lucros de las empresas y de los individuos”. “No basta conciliar, en un término medio, el
cuidado de la naturaleza con la renta financiera, o la preservación del
ambiente con el progreso. En este tema los términos medios son sólo una pequeña
demora en el derrumbe. Simplemente
se trata de redefinir el progreso”. (LS190,194)
Falsos Diálogos
Con frecuencia, las
empresas y los gobiernos apelan a la mediación de los conflictos con las
comunidades a través del “diálogo”. Buscan, inclusive, la intermediación de las
iglesias, para ofrecer a estos procesos mayor credibilidad.
También institucionalmente
se han invertido en mediaciones extrajudiciales y términos de ajustes de
conducta para hacer más efectiva y rápida la reparación de daños y violaciones
ambientales.
La falta de ejecución de
las mitigaciones y reparaciones, la dejadez en prevenir nuevos desastres y la
repetición de prácticas irresponsables y criminales confirman que: este tipo de
propuesta no es un diálogo verdadero. Es una estrategia de las empresas para
seducir a la opinión pública, garantizando una especie de licencia social para
contaminar, reducir la resistencia popular y eludir que el gran capital puede
convertirse a los valores de la sostenibilidad y del bien común.
Más que este “diálogo”,
asimétrico e irrespetuoso, confiamos en las reglas democráticas de protección
ambiental y de los derechos de las poblaciones, así como en autoridades que
efectivamente monitoreen su respeto y castiguen a quien las viola. Apoyamos un
Tratado Vinculante para Empresas y Derechos Humanos, en el nivel internacional,
y una responsable, eficaz y rápida respuesta judicial para quienes apuestan por
la impunidad o, a lo máximo, en una leve incidencia financiera de rara multas
aplicadas.
¡El
crimen socio-ambiental no es un accidente!
Desde Brumadinho y desde América Latina, 26 de
enero, 2019
Red continental "IGLESIAS Y MINERIA"
Acción Ecuménica en el cuidado de las comunidades y sus territorios
Servicio de Coordinación Tel: +57 3176362463 +55 99 91955952 +593 99 9238054
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