APRENDEREMOS?
Primera huelga feminista en España
Información
09/03/2018
En
el estado español, el día 8 de marzo, unas seis millones de
trabajadoras protagonizaron paros, huelgas y manifestaciones en
prácticamente todas las poblaciones del país. En las grandes ciudades,
decenas de miles de mujeres tomaron las calles para gritar ¡Igualdad! En
el marco de una jornada mundial celebrada bajo el título “Si las
mujeres paramos, se para el mundo”.
La
jornada calificada de histórica, realmente lo ha sido porque es la
primera huelga feminista y porque ha rebasado todas las expectativas de
participación, haciendo que incluso la derecha corrigiera sus primeras
posiciones beligerantes y contrarias por otras de comprensión no exenta
de matizaciones críticas. Los días siguientes a este 8 de marzo ya no se
resumirán en unas cuantas palmaditas paternalistas a la espalda y
algunas loas masculinas a lo mucho que van avanzando las mujeres. Esta
vez ha ido muy en serio y ya nada será como antes. Esta es la hora del
feminismo de masas, de todas las edades, de todas las condiciones
sociales, las mujeres han parado España y han dado visibilidad a las
discriminaciones y a la protesta, pero también a su decisión de ir hasta
el final. Por ejemplo, exigen ya la supresión de las brechas salariales
por un mismo trabajo.
Sí,
los intentos masculinos de dar carpetazo al feminismo proclamando una
falsa igualdad han quedado al descubierto y desmentidos. Las mujeres han
mostrado que la igualdad no cae del cielo ni es el resultado de la
magnanimidad masculina. Es la lucha y sólo la lucha la que gesta buenas
noticias. El feminismo ha sabido vencer a la estrategia del poder de
divide y vencerás, que trataba de configurar bandos entre mujeres; de un
lado las que están bien situadas y ganan buenos salarios y del otro las
demás. Pues ha sido que NO. Muchas mujeres participantes han reconocido
que personalmente está bien colocadas en la sociedad pero que su huelga
era por las demás, por todas. ¡Esta solidaridad es algo nuevo!
La
huelga no ha sido solamente de parar en los centros de trabajo. Ha sido
una huelga también en las tareas domésticas y en los cuidados, de
manera de hacer visible que cuando una mujer no hace las tareas de casa
sucede un desconcierto y los hombres han de ponerse las pilas. Nada
menos que el 82% de la población del estado español han mostrado su
apoyo a la huelga.
La
inventiva feminista contempló desde el primero momento todas las
posibilidades para dar espacios a las mujeres que debían hacer servicios
mínimos en sanidad o educación, o simplemente no podían dejar en manos
de nadie el cuidado de sus hijos y de sus mayores. Paros de dos o cuatro
horas bien por la mañana, bien por la tarde; concentraciones limitadas
en el tiempo, se combinaban con grandes convocatorias y huelgas de 24
horas. Cada mujer tenía un menú donde elegir su modo de participación.
Esta flexibilidad es la clave de un éxito completo.
Como
era de esperar, ya antes del 8 de marzo hubo bastantes voces en medios
de comunicación, tratando de marginalizar el feminismo como una
ideología esperpéntica, propia de frikis. Esas voces aventuraban el
fracaso de la huelga. Su odio y violencia dialéctica, fue respaldada por
el Obispo José Ignacio Munilla quien dijo que el feminismo es la obra
del demonio. Al menos, las palabras del cardenal de Madrid, Carlos
Osoro, pusieron el contrapunto al decir que “la Virgen María apoyaría
esta huelga”. En todo caso, los adalides del patriarcado y del machismo
han sido derrotados en toda regla. Mujeres de 15 años y mujeres de 80
años, caminando juntas por las calles con símbolos morados son la
fotografía de una victoria histórica ante la que España todavía se frota
los ojos.
Un hecho muy
gráfico: en la ciudad de Bilbao, decenas de miles de mujeres, en un coro
gigantesco, se pusieron a cantar: a la huelga diez/ a la huelga cien/ a
la huelga madre/ yo voy también/ a la huelga cien/ a la huelga mil/yo
por ellas madre/ y ellas por mí.
Muchas cantaban con lágrimas en los ojos y todas con los puños levantados. Hijas, madres y abuelas juntas.
La
huelga feminista ha tenido tintes claramente políticos, como debe ser.
Ha tenido como objetivos: a) poner fin a la brecha salarial entre
hombres y mujeres; b) reconocimiento del trabajo en el hogar; c) que los
cuidados sean corresponsabilidad de mujeres y hombres; d) día de no
consumo. Y como telón de fondo la idea de que sin mujeres se para el
mundo.
Pasó el día 8 y
vino el día 9, y la pregunta generalizada fue ¿ahora qué? Pues bien, de
la noche a la mañana se han multiplicado plataformas feministas; en
cuestión de horas el presidente del Gobierno se ha visto obligado a
reunirse con mujeres representativas; la brecha salarial ya está en el
congreso de los diputados. El gran éxito de esta huelga es ver como
mujeres comunes y corrientes, sencillas, son capaces ya de responder con
solvencia a la pregunta ¿qué es el feminismo? Miles y miles que estaban
alejadas del feminismo lucen ahora símbolos morados. Y algo
maravilloso: la incorporación de mujeres adolescentes y jovencitas al
movimiento y a las movilizaciones es algo emocionante. En la jornada del
8 salieron en masa de los Institutos y Universidades formando columnas
que marchaban pos ciudades y pueblos.
La
lucha contra el patriarcado es larga. Muy larga. Pero infinidad de
mujeres en el estado español han decidido hacer ese camino. Está
naciendo algo nuevo.
https://www.alainet.org/es/articulo/191516
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