terça-feira, 19 de novembro de 2019

DECLARACÃO DA ARTICULÇÃO INDÍGENA "COICA" SOBRE O SÍNODO DA AMAZÔNIA

PODEMOS E DEVEMOS TRABALHAR PARA QUE ESSA DECISÃO DE ASSUMIR JUNTOS AS PRÁTICAS DO PÓS-SÍNODO DA AMAZÔNIA ACONTAÇA REALMENTE, COM O IMPULSO DO ESPÍRITO DIVINO.

Declaración final de la COICA, sobre el Sínodo Especial para la Región Amazónica. Roma, octubre de 2019.

La COICA, cumpliendo con el mandato de Macapa, aprobado en el X Congreso de junio de 2018, asume la misión de representar y liderar la defensa de los derechos y territorios de 506 pueblos indígenas y más de 66 pueblos en aislamiento voluntario y contacto inicial, en una región única de 7,5 millones de km2.

Como instancia de coordinación internacional de los pueblos, nacionalidades y organizaciones, declaramos:

1.Nuestro profundo y sincero agradecimiento a la Iglesia Católica Universal, representada por su santidad el Papa Francisco, que, motivado por un sentimiento superior, ha hecho posible este encuentro intercultural, al posibilitar nuestra presencia en la casa de San Pedro, en el Sínodo de los Obispos, en un ambiente de respeto y de profunda espiritualidad.

2. Que el contexto en el que se desarrolla este Sínodo Especial para la Región Panamazónica, ha estado marcado por acontecimientos de violencia, persecución, represión y asesinatos de nuestros defensores y defensoras de la amazonia, también de violación a los derechos fundamentales de la naturaleza y de las leyes nacionales e instrumentos jurídicos internacionales que protegen a nuestros pueblos, y a pesar de ello hemos estado presentes ante este llamado que consideramos el más importante de este siglo, ya que coloca a la amazonia, a sus pueblos y a la vida como eje central de este debate. El clamor amazónico exige al mundo, a los gobiernos, a los parlamentos de Europa, Estados Unidos y América latina, que paren la violencia contra la amazonia, que se agilice la titulación de los territorios indígenas, que pare la invasión violenta e inconsulta de grandes proyectos de “desarrollo” que están saqueando nuevamente nuestra casa y nuestra vida.

3. Que ancestralmente son los pueblos y las culturas indígenas –por sus modos de vida,
costumbres y saberes- quienes más y mejor conservan la amazonia, puesto que sus formas de
relación con la naturaleza, están determinadas por una cosmovisión y una espiritualidad
acerca de lo sagrado, que existe en el profundo respeto a la vida en plenitud y se fundamenta
en los principios de reciprocidad y la complementariedad entre todas las formas de vida, en
donde el ser humano no es superior o inferior sino que hace parte esencial de la reproducción
y mantenimiento de la vida. Los pueblos indígenas no hablan sobre la biodiversidad sino
desde la biodiversidad, es decir son una parte y no el todo de los ecosistemas, las especies y
los genes.

Que, sin embargo, por sobre los territorios indígenas se superponen: áreas protegidas, parques
nacionales, reservas de la biosfera, concesiones petroleras, mineras y forestales,
hidroeléctricas. Se intentó fallidamente en nombre del “desarrollo” o el “progreso”
reemplazar, excluir y en algunos casos exterminar a las culturas más próximas a la teoría del
desarrollo sostenible.

4.Que la cultura del capital, la lógica de la propiedad y la codicia, la enfermedad del
consumismo, el excesivo individualismo y la casi total ausencia de espiritualidad, son los
signos terminales de la crisis civilizatoria contemporánea.

5. Hoy, frente a la más reciente crisis de los incendios en la Amazonía, muchos de los
gobiernos, organismos internacionales, organismos de conservación siguen generando
iniciativas sin considerar a los pueblos indígenas ni sus organizaciones representativas, sigue
vigente una lógica neocolonial que vuelve a cometer el viejo error antropocéntrico, arrogante
y preservacionista de pensar que la conservación es posible, sin considerar a las culturas y
los pueblos indígenas.

6. Las consecuencias generadas han sido: la devastación de la selva, el exterminio de pueblos
y comunidades indígenas, la migración, la progresiva pérdida de los conocimientos, saberes
y prácticas y la disputa sobre una identidad que se debate entre lo propio y lo ajeno. La
despiadada y salvaje forma de ocupación y expropiación de la amazonia por parte de las
corporaciones transnacionales, hacen que ellas, ejerciendo el poder y la cultura del capital,
prescindan de los estados, de las culturas y de los pueblos indígenas y los sometan a una
lógica de mercado que ha mercantilizado y comercializado la vida.

Asistimos hoy, a un terrible momento en la historia de la humanidad en que la extinción de
las especies incluye a los seres humanos y a la naturaleza en su totalidad.

7. Que reconocemos y valoramos las orientaciones y visiones del Papa respecto de:
Una ecología integral, fundamento de relación entre la ética y el bien común de toda la
creación, donde el hombre no es amo, sino un administrador y servidor de la creación por
eso con voz profética exhorta a la compasión por el otro.

Nos señala que debemos: “pasar del consumo al sacrificio, de la avidez a la generosidad, del
desperdicio a la capacidad de compartir. pasar poco a poco de lo que yo quiero a lo que
necesita el mundo de Dios”. Tal propuesta es posible, si el ser humano llega a esta convicción:
“lo divino y lo humano se encuentran en el más pequeño detalle contenido en los vestidos
sin costuras de la creación de Dios”

Que: la inequidad no afecta solo a individuos, sino a países enteros, y obliga a pensar en una
ética de las relaciones internacionales. Porque hay una verdadera «deuda ecológica»,
particularmente entre el Norte y el Sur, relacionada con desequilibrios comerciales con
consecuencias en el ámbito ecológico, así como con el uso desproporcionado de los recursos
naturales llevado a cabo históricamente por algunos países. Las exportaciones de algunas
materias primas para satisfacer los mercados en el Norte industrializado han producido daños
locales, como la contaminación con mercurio en la minería del oro o con dióxido de azufre
en la del cobre.

El Papa Francisco, en su visita a Puerto Maldonado (enero 2018), llamó a cambiar el
paradigma histórico en que los Estados ven la Amazonía como despensa de los recursos
naturales, por encima de la vida de los pueblos originarios y sin importar la destrucción de la
naturaleza. La relación armoniosa entre el Dios Creador, los seres humanos y la naturaleza
está quebrada debido a los efectos nocivos del neo-extractivismo y por la presión de los
grandes intereses económicos que explotan el petróleo, el gas, la madera, el oro, y por la
construcción de obras de infraestructura (por ejemplo: megaproyectos hidroeléctricos, ejes
viales, como carreteras interoceánicas) y por los monocultivos industriales.

“La Amazonia se disputa en varios frentes: por un lado, el neo-extractivismo y la fuerte
presión de grandes intereses económicos ávidos de petróleo, gas, madera, oro y monocultivos
industriales. Por el otro, la amenaza procedente de la perversión de ciertas políticas que
promueven la ‘preservación’ de la naturaleza sin tener en cuenta al ser humano.”

Francisco apela por la defensa de las culturas y por la reapropiación de la herencia que viene
con la sabiduría ancestral, la cual propone una manera de relación armoniosa entre la
naturaleza y el Creador, y expresa con claridad que «la defensa de la tierra no tiene otra
finalidad que no sea la defensa de la vida. Esta debe considerarse tierra santa: ¡Esta no es una
tierra huérfana! ¡Tiene Madre!

Por otra parte, la amenaza contra los territorios amazónicos «también viene por la perversión
de ciertas políticas que promueven “la conservación” de la naturaleza sin tener en cuenta al
ser humano y, en concreto [a los] hermanos [y hermanas] amazónicos que habitan en ellas.

La orientación del Papa Francisco es clara: «Creo que el problema principal está en cómo
conciliar el derecho al desarrollo incluyendo también el derecho de tipo social y cultural, con
la protección de las características propias de los indígenas y de sus territorios. [...] En este
sentido, siempre debe prevalecer el derecho al consentimiento previo e informado.

En la memoria histórica de la relación entre la iglesia y los pueblos indígenas, existen
profundas huellas de encuentros y desencuentros, su origen se sitúa en el escenario de la
ocupación colonial, cuando se incorpora el territorio amazónico al dominio colonial que
luego da paso a la expropiación por parte de los estados nacionales de esos territorios, algunos
momentos de cambio en la iglesia sobre esta situación se expresan, entre otros en: El Concilio
Vaticano II; las Conferencia del Episcopado Latinoamericano de Medellín, Puebla y Santo
Domingo.

8.Que apoyamos el documento final aprobado y que confiamos plenamente en el compromiso
del papa Francisco para que cuando le corresponda hacer su exhortación a la humanidad
considere nuestra aspiración colectiva de que inicie el post Sínodo y podamos caminar juntos
con alegría, esperanza y mucha voluntad en los siguientes aspectos:

• Que la ecología integral se haga realidad en la conciencia y en la acción, denunciando
y enfrentando con valor la explotación ilimitada de la casa común y de sus habitantes.

• Que debemos iniciar conjuntamente con la iglesia amazónica y el pueblo amazónico
la discusión y ejercicio de experiencias que permitan hacer realidad en nuestros


pueblos y comunidades la valoración de sus prácticas económicas para que sean
visibilizadas y tomadas en cuenta para cambiar este modelo de desarrollo extractivitas
y podamos vencer el cambio climático y la deforestación de la amazonia.

• Que logremos incidir conjunta sobre los estados, las iglesias y los organismos
internacionales, sobre la importancia de las culturas, los conocimientos y la
espiritualidad indígena para la conservación de la Amazonia.

9-Acompañar a la iglesia en la conversión ecológica, espiritual y económica para que la
iglesia sea la que necesitamos hoy. Queremos estar al lado de los cambios y caminar junta a
ella, cuando toma en cuenta la voz y participación de los diáconos, mujeres y jóvenes que se
necesitan en la amazonia, esa iglesia indígena que ya tiene más de 50 años de vida entre
nosotros. Esperamos que la REPAM siga coordinado los procesos de articulación y
encuentros en estos nuevos caminos necesarios.

La canoa de la COICA regresa a la maloca con la esperanza intacta, en la prevalencia de la
humanidad frente al azote de egoísmo y avaricia que pone en peligro nuestra casa común, y
reitera el llamado a la protección y defensa de nuestra selva por que es nuestra madre acá en
la tierra.

José Gregorio Diaz Mirabal Tuntiak Katan

Coordinador General COICA Vice Coordinador General COICA

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